Hifu: Lifting facial sin quirófanos ni postoperatorios

Hifu: Lifting facial sin quirófanos ni postoperatorios

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Una de las tecnologías más demandadas en los institutos de belleza son los Ultrasonidos Hifu Faciales, una tecnología muy potente que consigue resultados muy similares a un lifting pero con una técnica no invasiva.

Debemos remontarnos al año 1950, en Estados Unidos, para encontrar el origen de los Hifu. Sin embargo, no fue hasta 1990 cuento esta tecnología empezó a ser empleada con fines clínicos y en pacientes reales. En 2002, los franceses fueron los pioneros en utilizar los Hifu en la medicina estética, fabricando u equipo para tratar la lipólisis y la celulitis corporal. Ya en 2008, en Estados Unidos se fabricó un equipo con Hifu faciales que producía un efecto tensor y de rejuvenecimiento espectacular en el rostro.

Los Hifu faciales son ultrasonidos focalizados de alta intensidad que nos permiten realizar un lifting no quirúrgico en todo el rostro. De esta manera, conseguimos elevar las cejas, redefinir el óvalo facial, mejorar el aspecto del cuello y el escote, tensar la piel… Y todo ello, sin necesidad de pasar por quirófano ni postoperatorios.

La tecnología Hifu actúa en las capas más profundas de la piel y estos micropuntos producen una retracción de la piel y una regeneracion y producción de colágeno para u efecto tensor. Al aplicar los ultrasonidos de forma localizada, permite conseguir grandes resultados en rejuvenecimiento facial.

Los Hifu están especialmente recomendados para los siguientes casos:

– Pérdida de la elasticidad de la piel

– Arrugas en el cuello y escote

– Ceja caída

– Descolgamiento de la piel del submentón

El equipo del que disponemos en nuestro Spa cuenta con la aprobación de la Agencia Americana del Medicamento (FDA). Diolaser utiliza Apolomed, de la compañía Med-Apolo; una empresa  que diseña y fabrica equipos médico-estéticos de alta tecnología desde el año 2001. El Apolomed permite actuar sobre el rostro en 10 líneas, a diferencia de otros equipos que lo hacen en una sola línea y con resultados muy diferentes. LLÁMANOS 981 521 090 PIDE TU CITA

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¿Por qué a tu dentista no le gusta que masques mucho chicle?

¿Por qué a tu dentista no le gusta que masques mucho chicle?

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En el Centro Dental Macía, clínica de referencia y dentistas de confianza en el área de Santiago de Compostela, nos gusta responder a las dudas de nuestros pacientes por muy difícil que resulte dar respuestas categóricas o definitivas. Una de las preguntas más recurrentes es, sin duda, la de los beneficios, o los daños, que tiene sobre nuestra salud bucodental del consumo de chicle.

El invento es muy antiguo -la patente de la goma de mascar es de diciembre de 1869, pero existe desde mucho antes- y deben reconocérsele ciertas ventajas, sin duda. La principal es que aumenta considerablemente el flujo de saliva en la boca y las enzimas que la componen son decisivas para neutralizar los ácidos de alimentos y bebidas. Ese proceso natural de neutralización de los ácidos dura en condiciones normales una hora y el uso de chicle lo acorta hasta los veinte o treinta minutos. 

Además, el uso de chicles con xilitol, un edulcorante clásico que se usa en los chicles sin azúcar, inhibe la reproducción del Streptococcus mutans la principal bacteria de nuestra boca, responsable y causa principal de la caries. 

La Asociación Dental Americana lo ha dejado claro en sucesivas recomendaciones de salud: masticar chicle sin azúcar durante 20 minutos después de las comidas puede evitar la caries dental.  Así pues tenemos un efecto beneficioso del consumo de chicle -siempre sin azúcar- que agrada a tu dentista y que puede evitarte en el futuro visitas desagradables a tu clínica dental. 

Los profesionales del Centro Dental Macía te recomendamos revisiones periódicas para saber si, por ejemplo, el consumo continuado de chicle con azúcar que haces te ha generado problemas graves de caries, peligro de pérdida de dientes o daños generalizados en tus encías. 

 

 

¿Mascar de más?  No gracias.

Como todo en la vida, y tus odontólogos de Dental Macía no íbamos a ser menos, las cosas no suelen ser siempre ni muy blancas ni muy negras. El consumo de chicle puede tener un efecto beneficiosos, por su ya descrita ayuda anticariogénica, pero no es oro todo lo que reluce detrás del bonito envoltorio de la goma de mascar.

‘Moler’ chicle en exceso en nuestras bocas puede tener un efecto negativo sobre las articulación témporo-mandibular. Si este daño se acaba produciendo por un desgaste considerable de la articulación nuestra boca deja de cerrarse bien y se altera la mordida. Los efectos perjudiciales pueden llegar a ser devastadores en los casos de las personas con diferentes grados de bruxismo, las que aprietan los dientes mayormente al dormir y de manera inconsciente, ya que en estos casos el abuso en el consumo de chicle más allá de los veinte minutos va a agravar significativamente su problema mandibular.

La consecuencia más perniciosa del abuso en el consumo de chicle, y la que menos gusta a tu dentista, es precisamente la sobrecarga que ello provoca sobre la mandíbula cuya funcionalidad ‘natural’ está preparada no para hacer trabajar la musculatura y los encajes articulares de manera constante, sino a menores niveles o grados de repetición y fuerza.

¿Cómo me afecta esa sobrecarga?

Al rico chicle de fresa ácida, al sabroso y refrescante de menta o al jugoso y cítrico vaho del limón o la naranja. Apetecen todos, ¿verdad? Y más si pretendemos relajarnos y eliminar tensiones, ¿ayuda no creéis?

Cada uno tenemos nuestras razones para mascar chicle, pero tienes que saber, y nosotros tus dentistas de Dental Macía te lo recordamos en cada visita, que el exceso te perjudica siempre por varias razones. Primero porque tu mandíbula no tiene descanso y se sobrecarga con el esfuerzo extra. Tiende a volverse más rígida y a doler. Segundo, porque el exceso repetitivo de la masticación desgasta los huesos y las articulaciones que acaban generando dolores articulares en toda la cabeza. Otro importante problema de la masticación continuada de la goma de mascar, y probablemente el mas complicado de resolver, es el Trastorno de Articulación Temporomandibular, o Patología de ATM. Se produce al masticar más con un lado de la boca que con el otro. Se desencadena un desequilibrio en los músculos de la mandíbula y con él: dolores de muelas, de cabeza o de oído.

En estos casos y además de las soluciones estrictamente maxilofaciales, que atacan la raíz del problema, suelen aconsejarse como complemento la fisioterapia y la osteopatía como técnicas de reducción del dolor -disponibles en nuestro Centro de fisioterapia y Osteopatía- o un programa completo de salud por agua como los que ofrecemos en el Spa Macía.

Por último, una consecuencia poco conocida de mascar chicle. Tiene que ver con las personas que todavía llevan en sus bocas empastes antiguos de amalgama. El rozamiento constante del chicle sobre ese material libera pequeñas cantidades de vapor de mercurio que acaban llegando al riego sanguíneo en forma de neurotoxina perjudicial para el organismo. Otra buena razón para dejar de tomar chicle en exceso y retirar tus empastes viejos disfrutando de las alternativas de última generación que tenemos a tu disposición en el Centro Dental Macía.

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