Un Halloween terroríficamente divertido con menos azúcar

Un Halloween terroríficamente divertido con menos azúcar

Está demostrado que en lo relativo a la dentadura, el consumo de azúcar puede acelerar el proceso de formación de caries. Esto se debe a que el azúcar hace que las bacterias en la boca produzcan el ácido que finalmente daña los dientes. Es decir que cuanto más azúcar consuma, más ácido creará en su boca.

¿Sabíais que la CARIES es la enfermedad más común en la infancia? El exceso de azúcares sencillos en la dieta constituye un ataque directo a la capa de esmalte dental, que puede causar un daño irreversible debilitándola seriamente. El daño máximo se produce durante los primeros 20 minutos tras su consumo y es más grave si el alimento se encuentra en formato líquido o permanece en la boca durante un tiempo prolongado.

No tener una rutina de higiene bucal adecuada y no acudir a un especialista, como un odontopediatra, desencadenará tarde o temprano enfermedades bucales.

  • Placa bacteriana: las bacterias, que se alimentan de azúcar, se desarrollan, se acumulan y se endurecen en la superficie de los dientes.
  • Acidez en la boca: la presencia de bacterias nocivas genera el aumento del pH de la boca. Los ácidos debilitan los dientes y permiten a las bacterias ingresar en el interior.
  • Caries: como consecuencia de los anteriores, las bacterias hacen agujeros en los dientes y se instalan en ellos. Cuando llegan a la raíz de estos su presencia resulta dolorosa, por eso son tan importantes las revisiones periódicas con tu odontopediatra.
  • Inflamación de las encías: la placa que se acumula en los dientes obliga a que la encía se retraiga y deje los dientes más expuestos.
  • Fracturas en los dientes: las golosinas muy blandas pueden quedarse incrustadas en la superficie o entre los dientes. Las golosinas duras hacen que los dientes más débiles se fracturen o se agrieten.

Muchos padres no entienden cómo sus hijos tienen caries porque, según dicen, prácticamente no comen chucherías. Pero debemos tener en cuenta que no solo estas golosinas generan caries. Podemos encontrar gran cantidad de azúcares libres escondidos en muchos alimentos como panes, bollería, zumos, cereales, …

¿Por qué sin sal y sin azúcar en los bebés? La respuesta es muy sencilla: porque no lo necesitan. Los alimentos que los niños más pequeños consumen ya los tienen incorporados, no es necesario añadir un extra. Si el bebé tiene contacto en esta etapa con extras de azúcar y sal, les estaremos acostumbrando a estos sabores y luego será muy complicado conseguir que coman alimentos menos dulces o salados. Sin haberlo querido, los estamos convirtiendo en “adictos al azúcar”.

El bebé cuando nace no tiene desarrolladas las papilas gustativas. Es entre los 6 y los 24 meses cuando éstas empiezan a funcionar. El objetivo es guiarle hacia unos hábitos alimenticios donde los actores principales sean los alimentos naturales.

La Organización mundial de la salud (OMS) alerta del peligro que implica el consumo elevado de azúcar y los problemas de salud derivados y aconseja evitar el consumo de azúcar en los niños menores de 2 años.

Con respecto a los adultos y niños mayores de 2 años, el consumo de azúcares libres se debería reducir a menos del 10% de la ingesta calórica total. Es decir, ante un consumo de 1.000 calorías, se debe reducir a menos de 25 gramos el consumo de azúcar libre (menos de 6 terrones de azúcar). Si el requerimiento diario de un niño es 1.000 calorías, 100 calorías deben provenir del azúcar. Por ejemplo, un zumo de caja tiene aproximadamente 25 gramos de azúcar, lo que equivale a 100 calorías. O sea que, con sólo un zumo, el niño estará consumiendo el azúcar máximo recomendado del día.

¿Quiere decir esto que nunca pueden tomar chuches? ¡Claro que no! Pero sí debemos restringirlas a momentos especiales. Para eso tenemos los cumpleaños, algún heladito en verano, Halloween, los caramelos y turrones de Navidad, y los huevos de Pascua.

Un pequeño truco si estáis fuera de casa y no podéis cepillar los dientes tras comer algún dulce: bebe agua para eliminar la mayor cantidad posible de restos y evitar así la aparición de caries.

Es importante que dejemos de asociar los alimentos ricos y divertidos únicamente con aquellos cargados de azúcar. Por eso, aquí os dejamos algunas alternativas saludables para que hagáis con vuestros hijos e hijas en Halloween. Recetas dulces, y también saladas, con las que seguro que os vais divertir. Y su sabor os va a sorprender.

RECETAS DULCES

Rollitos de plátano y cacahuete

Un buen picoteo para compartir en una fiesta en casa o con invitados.

El monstruo de Frankenstein

Hecho con kiwi con escasa cantidad de calorías, una apreciable proporción de vitamina C y recomendable para preparar en muy poco tiempo.

Bocas terroríficas de manzana

Es recomendable utilizar la mermelada sin azúcar o bien un sirope de dátiles para elaborar este plato que ante todo ofrece hidratos de carbono pero también brinda grasas sanas y fibra.

Crêpes monstruosos

Permiten utilizar la creatividad para elaborar una cara monstruosa empleando para ello ingredientes sanos que ofrecen fibra, hidratos, vitaminas, minerales y grasas insaturadas.

Cóctel sangriento

A base de frambuesas u otros frutos rojos congelados, en el cual recomendamos evitar el azúcar de la receta y en su reemplazo es posible utilizar edulcorantes sin calorías.

Galletas momia de calabaza

Colmadas de potasio y carotenos en las cuales recomendamos reemplazar el azúcar de la receta, así como también la harina refinada por una versión integral que brinda mayor porcentaje de fibra y proteínas vegetales.

Telarañas de chocolate

Perfectas como tentempié para los cuales aconsejamos utilizar un chocolate con alto grado de cacao y sin azúcar añadida así como también reemplazar los palitos de pan comprados por un pan integral que podemos elaborar en casa.

RECETAS SALADAS

Hummus de calabaza

Ideal para el aperitivo rico en calcio, así como también en potasio y proteínas.

Pimientos monstruosos rellenos de quinoa y pisto

Con hidratos de calidad para el organismo, ideales si buscamos una alternativa vegetariana rica en fibra.

Escobas de brujas de queso

Muy fáciles de realizar y recomendables para el picoteo.

Monster eggs

Con grasas de calidad para el organismo y proteínas que brindan saciedad derivadas del huevo de la receta.

Guacamonstruos

Con mucha vitamina C, vitamina A, potasio, calcio, magnesio y otros micronutrientes con poder antioxidante del organismo.

Cementerio de canapés de salmón

Perfectos para obtener vitamina D en esta época del año, con proteínas de alta calidad para el organismo.

Monstruitos de queso

Calcio, vitamina D y proteínas de calidad, ideales para crear y decorar con los más pequeños.

Ojos de queso espeluznantes

Para servir junto a otros bocaditos en el aperitivo, muy sencillos de realizar y saciantes.

Patatas rellenas monstruosas

Las podemos decorar de acuerdo con nuestra creatividad utilizando para eso aceitunas, alcaparras, pimientos, tomates u otros ingredientes.

Cáncer de mama y salud bucodental

Cáncer de mama y salud bucodental

Cuando una persona es diagnosticada de cáncer de mama e inicia los tratamientos, son muchos los efectos secundarios que se van a ir produciendo en todo su cuerpo. La radio y la quimioterapia pueden resultar tratamientos especialmente agresivos y desestabilizadores en una de las zonas más sensibles del organismo: la boca. Aunque evitar los efectos secundarios no siempre es posible, una buena preparación antes del tratamiento y unos cuidados durante y después del mismo ayudarán a hacerlos más llevaderos y minimizar los daños a largo plazo.

Efectos secundarios en la boca

Tanto la radioterapia como la quimioterapia que se usan para combatir el cáncer de mama pueden producir multitud de efectos secundarios en la salud bucal. El aumento del riesgo de caries, de enfermedad gingival y de infecciones son las más comunes, pero existen otros específicos de cada tratamiento.

Según la web Cancer.net, de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, los efectos secundarios causados por los químicos usados en la quimioterapia pueden hacer que sea difícil comer, hablar, masticar o tragar. Otras consecuencias son:

Con respecto a la radioterapia, es probable que este tratamiento cambie la cantidad y la consistencia de su saliva. Otros efectos en la salud bucal pueden ser:

 

Estos efectos secundarios no son permanentes, y la mayoría terminan una vez finalizado el tratamiento, como la sequedad, las llagas, los cambios en el gusto…. Otros, en cambio, aunque cesen con los tratamientos, sí pueden tener repercusiones a largo plazo si no se tratan pronto, como las caries o la gingivitis, que pueden derivar en pérdidas dentales.

Qué hacer antes del tratamiento

Hay muchos efectos secundarios que no podemos evitar, pero partir de una buena salud bucal de base es crucial para que los tratamientos contra el cáncer no hagan tanto daño a nuestra salud bucodental. Por eso, antes de empezar con los tratamientos es recomendable visitar a un dentista para realizar un examen muy exhaustivo y revisar su estado periodontal para identificar y tratar todas las patologías bucales.

Antes de empezar el tratamiento oncológico, lo antes posible, se recomienda llevar a cabo todas las intervenciones necesarias: empastes, extracciones, una limpieza profesional profunda… así como asegurarse de que las prótesis dentales estén bien ajustadas y no le causen molestias en la boca. Cuanto más sana tengamos la boca y más la cuidemos al empezar la quimio y la radioterapia, menos daño provocarán.

Durante el tratamiento

Una vez comenzados los tratamientos oncológicos no se pueden realizar tratamientos invasivos como extracciones. Lo más recomendable durante esta etapa es extremar la higiene bucal y tratar las molestias que vayan apareciendo.

Para esta etapa, se recomienda:

  • Cepillado tres veces al día con cepillos medio suaves sin hacer presión, pasta fluorada o que contenga hidroxiapatita, ya que está demostrado que este componente protege y remineraliza el esmalte.
  • Remojar el cepillo en agua tibia para ablandar la cerda antes de cepillarse.
  • Usar seda dental -con cuidado para no dañar las encías- y complementarlo con enjuagues bucales que tengan clorhexidina, pero sin alcohol.
  • Beber mucho líquido, ya que también podría presentar sequedad bucal por reducción del nivel de saliva.
  • Evitar el alcohol y texturas y sabores extremos en su dieta. Coma alimentos blandos y templados. Los alimentos extremadamente calientes, fríos, picantes, ácidos o crujientes pueden irritar la boca.
  • Controlar el consumo de azúcar. Las bacterias de la boca utilizan el azúcar para vivir, y este proceso produce el ácido que ocasiona las caries.
  • Mantener una buena salud ósea. Consumir suficiente vitamina D y calcio todos los días ayuda a mantener la mandíbula y los dientes fuertes y sanos. Los lácteos y las almendras son buenas fuentes de calcio y están recomendados siempre que no padezca ningún otro problema para consumirlos.

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos recomienda también:

  • Escoger una pasta con sabor neutro, pues los saborizantes pueden irritar la mucosa bucal.
  • Dejar secar el cepillo al aire.
  • Cambiar el cepillo al menos cada 3 meses
  • Mantener la boca y los labios hidratados y húmedos.

Para tratar problemas como aftas o infecciones durante el tratamiento, lo mejor es consultar con su médico habitual o su oncólogo.

Cómo manejar y tratar efectos secundarios dentales o bucales

Si experimenta algún efecto secundario dental o bucal durante el tratamiento, informe al equipo de atención médica de inmediato. El alivio de los efectos secundarios es un aspecto importante de la atención y del tratamiento del cáncer. Se denomina cuidados paliativos o atención de apoyo.

El tratamiento específico que el médico le recomiende dependerá de sus síntomas. Existen varios tratamientos frecuentes para los efectos secundarios dentales y bucales:

  • Los enjuagues bucales que contienen sal y bicarbonato pueden ayudar a tratar las llagas en la boca. Sin embargo, si toma medicamentos para la presión arterial alta, es posible que deba evitar los enjuagues bucales con sal. Existe una variedad de enjuagues recetados que pueden aliviar las llagas.
  • Se pueden usar analgésicos para tratar el dolor ocasionado por las llagas en la boca. Los medicamentos se pueden colocar directamente sobre la llaga, tomar por boca o administrar de forma intravenosa.
  • Los antibióticos, los fármacos antivirales y/o los fármacos antimicóticos se usan para tratar infecciones.
  • Beber agua y bebidas sin azúcar puede ayudar a manejar la sequedad de la boca. Chupar trocitos de hielo o goma de mascar sin azúcar con xilitol también puede ayudar. Evite cosas que le secarán la boca, como gaseosas, jugos de frutas, cigarrillos, tabaco de mascar y alcohol.
  • Los medicamentos que producen saliva pueden ayudar a algunas personas a prevenir o atenuar la sequedad bucal. Los geles bucales tópicos u otros medicamentos pueden ayudar a tratar la sequedad bucal.

Después del tratamiento

Una vez finalizados los tratamientos, deberemos volver al dentista para diagnosticar los posibles daños que se hayan provocado. Las primeras semanas serán de control, pues hay intervenciones para las que habrá que esperar unos meses, como las extracciones o los implantes. Durante los primeros meses la higiene deberá seguir siendo exhaustiva y las visitas al dentista, frecuentes. Pasado un año, ya podemos realizar todos los tratamientos quirúrgicos necesarios, e incluso los estéticos.

En Centro Dental Macía trabajamos desde hace más de 25 años cuidando a nuestros pacientes. Para nosotros es una prioridad mejorar la calidad de vida de los que están sometiéndose a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia.

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