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Cuando entramos en una consulta médica, en una clínica, también en la clínica dental, damos por hecho junto al buen trato una buena limpieza y procedimientos médicos con la mayor higiene. Los avances en la técnica quirúrgica y en el manejo de las nuevas tecnologías no deben hacer olvidar que la esterilización de los materiales, y la mayor de las asepsias en instalaciones y métodos de trabajo, es tan importante como la eficacia misma de los diagnósticos o los tratamientos.
La responsable de higiene y mantenimiento de equipos de esterilización de nuestra clínica, Ana María Baluja Bermúdez, es categórica al afirmar que “es necesario evitar el contagio de enfermedades a toda costa y por eso nuestro material está siempre embolsado y para ello contamos con un personal específico. En nuestras casas desinfectamos, pero aquí en la clínica necesitamos, a mayores de la desinfección, también esterilizar. Ese es el concepto clave que manejamos. Tenemos para ello tres autoclaves Tipo B que son el máximo estándar en maquinaria ‘ad hoc’ para estos procesos, además de seguir el protocolo de la norma ISO para el control de esporas”.
INSTRUMENTOS DENTALES, LIMPIEZA
El mantenimiento del instrumental médico que se utiliza con cada paciente ha evolucionado con la profesión odontológica y sigue hoy en día unos protocolos que, como en nuestro caso en el Centro Dental Macía, se replantean, optimizan y actualizan regularmente obteniendo los mayores niveles de calidad certificada. “Es importante toda la higiene de la clínica, pero no cabe duda de que tratándose del material que va a la boca de los pacientes todas las medidas de seguridad se extreman”, confirma Laura Rey Puga, responsable de logística y de auxiliares de gabinete en el Centro, incidiendo en la importancia de la higiene del instrumental médico.
Todo el material médico en contacto directo con el paciente se somete a un proceso de esterilización, pero los residuos, detritus, biofilm, flujos, lípidos y proteínas de la sangre, por ejemplo, se convierten en un obstáculo para el vapor de la esterilización. Por eso el instrumental solo se esteriliza una vez convenientemente limpio. Deben estar visualmente libres de residuos orgánicos, depósitos o manchas antes de ser sometidos al vapor esterilizante. La acción conjunta limpieza/esterilización contribuye a eliminar de forma más contundente cualquier resto de población microbiana en el instrumental, haciéndolo completamente seguro para su rehutilización posterior. Así lo aclara Ana María Baluja al describir como “utilizamos una cubeta de desinfección, con líquidos específicos, para después trasladar el material a un lavavajillas con la doble función desinfección/lavado. Posteriormente se seca, se embolsa y se esteriliza en autoclave. Una máquina de autoclave que sigue unas revisiones técnicas concretas y un control de esporas especial para garantizar que no se produce contaminación del material en su interior”.
Es muy importante destacar que, a diferencia de otras muchas clínicas, en nuestro centro todo el material se embolsa una vez limpio y esterilizado.
En nuestra clínica disponemos de tres autoclaves, todos de la Clase B, la máxima categoría exigida en la norma ISO, que incluye registro de esterilización por impresión. El objetivo es garantizar la máxima esterilización y tener máquinas de respaldo en caso de averías.
Garantizar al máximo la bioseguridad en Centro Dental Macía requiere de mucho tiempo y dinero. Cuatro son los factores que interactúan (según el conocido como círculo de Sinner) en el proceso de la limpieza:
Acción química, Acción mecánica, Temperatura y Tiempo de contacto
La aplicación de detergentes -ácidos o alcalinos- garantiza que en la acción química de la limpieza intervengan poderosos agentes humectantes, espumantes, emulsionantes y dispersantes, cuya eficacia aumenta en función de su mayor o menor concentración. En la acción mecánica -manual o automatizada- la fricción y la presión, la fuerza, dispersan la suciedad y la eliminan por arrastre. La temperatura acelera las reacciones químicas y suaviza la suciedad al tiempo que mejora la acción de los detergentes. El tiempo de contacto en el proceso de limpieza está siempre en función de la participación de los tres factores restantes y complementarios en todo el proceso, y varía según las clínicas.
LA MINIATURIZACIÓN HACE MÁS EXIGENTE LA LIMPIEZA
Todos somos conscientes de como los ‘aparatos’ de uso dental manejados por odontólogos, higienistas o personal auxiliar han reducido significativamente su tamaño. Las piezas internas de esos instrumentos de transmisión o absorción se reducen constantemente y ello complica sobre manera los procesos higiénicos.
La clave de la limpieza en la maquinaria de los boxes dentales, y sus complicadas combinaciones de engranajes, rodamientos, tubos y toberas, se halla en una acertada combinación del trabajo manual y el mecánico. Se limpian las superficies externas con cepillos suaves y agua, se secan y se lubrican convenientemente. Tras el repaso manual el protocolo de higiene en el Centro Dental Macía exige la desinfección inmediata mediante el uso de máquinas y procesos específicos que afectan tanto a la parte interna como externa de todo el aparataje. Se utilizan dispositivos específicos o ‘todo en uno’ que limpian por dentro, por fuera, enjuagan, secan y lubrican con el objetivo de conseguir la máxima asepsia.
LAS INSTALACIONES
Al igual que con el instrumental médico, también las instalaciones físicas de la clínica se someten “a un riguroso proceso de desinfección de todos los equipos entre paciente y paciente, también el mobiliario”, aclara Laura Rey. Y añade que: “se desinfectan convenientemente todos los suelos de la clínica y cada noche procedemos a una desinfección específica de las mangueras de aspiración de los equipos. Y así en todos los boxes y demás instalaciones técnicas del centro”. Es muy importante destacar, en palabras de la responsable de higiene de Centro Dental Macía, Ana María Baluja, que: “seguimos el protocolo general vigente y, a mayor seguridad, el indicado por la norma ISO que corrobora lo exigido en materia de control de esporas en nuestros autoclaves».
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Cuando entramos en una consulta médica, en una clínica, también en la clínica dental, damos por hecho junto al buen trato una buena limpieza y procedimientos médicos con la mayor higiene. Los avances en la técnica quirúrgica y en el manejo de las nuevas tecnologías no deben hacer olvidar que la esterilización de los materiales, y la mayor de las asepsias en instalaciones y métodos de trabajo, es tan importante como la eficacia misma de los diagnósticos o los tratamientos.
La responsable de higiene y mantenimiento de equipos de esterilización de nuestra clínica, Ana María Baluja Bermúdez, es categórica al afirmar que “es necesario evitar el contagio de enfermedades a toda costa y por eso nuestro material está siempre embolsado y para ello contamos con un personal específico. En nuestras casas desinfectamos, pero aquí en la clínica necesitamos, a mayores de la desinfección, también esterilizar. Ese es el concepto clave que manejamos. Tenemos para ello tres autoclaves Tipo B que son el máximo estándar en maquinaria ‘ad hoc’ para estos procesos, además de seguir el protocolo de la norma ISO para el control de esporas”.
INSTRUMENTOS DENTALES, LIMPIEZA
El mantenimiento del instrumental médico que se utiliza con cada paciente ha evolucionado con la profesión odontológica y sigue hoy en día unos protocolos que, como en nuestro caso en el Centro Dental Macía, se replantean, optimizan y actualizan regularmente obteniendo los mayores niveles de calidad certificada. “Es importante toda la higiene de la clínica, pero no cabe duda de que tratándose del material que va a la boca de los pacientes todas las medidas de seguridad se extreman”, confirma Laura Rey Puga, responsable de logística y de auxiliares de gabinete en el Centro, incidiendo en la importancia de la higiene del instrumental médico.
Todo el material médico en contacto directo con el paciente se somete a un proceso de esterilización, pero los residuos, detritus, biofilm, flujos, lípidos y proteínas de la sangre, por ejemplo, se convierten en un obstáculo para el vapor de la esterilización. Por eso el instrumental solo se esteriliza una vez convenientemente limpio. Deben estar visualmente libres de residuos orgánicos, depósitos o manchas antes de ser sometidos al vapor esterilizante. La acción conjunta limpieza/esterilización contribuye a eliminar de forma más contundente cualquier resto de población microbiana en el instrumental, haciéndolo completamente seguro para su rehutilización posterior. Así lo aclara Ana María Baluja al describir como “utilizamos una cubeta de desinfección, con líquidos específicos, para después trasladar el material a un lavavajillas con la doble función desinfección/lavado. Posteriormente se seca, se embolsa y se esteriliza en autoclave. Una máquina de autoclave que sigue unas revisiones técnicas concretas y un control de esporas especial para garantizar que no se produce contaminación del material en su interior”.
Es muy importante destacar que, a diferencia de otras muchas clínicas, en nuestro centro todo el material se embolsa una vez limpio y esterilizado.
En nuestra clínica disponemos de tres autoclaves, todos de la Clase B, la máxima categoría exigida en la norma ISO, que incluye registro de esterilización por impresión. El objetivo es garantizar la máxima esterilización y tener máquinas de respaldo en caso de averías.
Garantizar al máximo la bioseguridad en Centro Dental Macía requiere de mucho tiempo y dinero. Cuatro son los factores que interactúan (según el conocido como círculo de Sinner) en el proceso de la limpieza:
Acción química, Acción mecánica, Temperatura y Tiempo de contacto
La aplicación de detergentes -ácidos o alcalinos- garantiza que en la acción química de la limpieza intervengan poderosos agentes humectantes, espumantes, emulsionantes y dispersantes, cuya eficacia aumenta en función de su mayor o menor concentración. En la acción mecánica -manual o automatizada- la fricción y la presión, la fuerza, dispersan la suciedad y la eliminan por arrastre. La temperatura acelera las reacciones químicas y suaviza la suciedad al tiempo que mejora la acción de los detergentes. El tiempo de contacto en el proceso de limpieza está siempre en función de la participación de los tres factores restantes y complementarios en todo el proceso, y varía según las clínicas.
LA MINIATURIZACIÓN HACE MÁS EXIGENTE LA LIMPIEZA
Todos somos conscientes de como los ‘aparatos’ de uso dental manejados por odontólogos, higienistas o personal auxiliar han reducido significativamente su tamaño. Las piezas internas de esos instrumentos de transmisión o absorción se reducen constantemente y ello complica sobre manera los procesos higiénicos.
La clave de la limpieza en la maquinaria de los boxes dentales, y sus complicadas combinaciones de engranajes, rodamientos, tubos y toberas, se halla en una acertada combinación del trabajo manual y el mecánico. Se limpian las superficies externas con cepillos suaves y agua, se secan y se lubrican convenientemente. Tras el repaso manual el protocolo de higiene en el Centro Dental Macía exige la desinfección inmediata mediante el uso de máquinas y procesos específicos que afectan tanto a la parte interna como externa de todo el aparataje. Se utilizan dispositivos específicos o ‘todo en uno’ que limpian por dentro, por fuera, enjuagan, secan y lubrican con el objetivo de conseguir la máxima asepsia.
LAS INSTALACIONES
Al igual que con el instrumental médico, también las instalaciones físicas de la clínica se someten “a un riguroso proceso de desinfección de todos los equipos entre paciente y paciente, también el mobiliario”, aclara Laura Rey. Y añade que: “se desinfectan convenientemente todos los suelos de la clínica y cada noche procedemos a una desinfección específica de las mangueras de aspiración de los equipos. Y así en todos los boxes y demás instalaciones técnicas del centro”. Es muy importante destacar, en palabras de la responsable de higiene de Centro Dental Macía, Ana María Baluja, que: “seguimos el protocolo general vigente y, a mayor seguridad, el indicado por la norma ISO que corrobora lo exigido en materia de control de esporas en nuestros autoclaves». Y es precisamente el cumplimiento de esta norma y los demás protocolos de higiene, una de las exigencias de calidad que han hecho acreedora a nuestra clínica de las certificaciones Ad Qualitatem Calidad Sanitaria (ISO 9001) y Calidad Sanitaria Ad Qualitatem para Clínicas Dentales. Como muy bien resumen Laura y Ana María: “nuestros procesos están avalados, todo en el Centro Dental Macía está debidamente protocolizado y bajo sello de calidad lo que necesariamente da a nuestros pacientes confianza cuando nos visitan y reciben nuestros tratamientos”.
Esa es la palabra clave, CONFIANZA.
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